LA REGENERACIÓN Y LA CONSTITUCIÓN
DE 1886
La constitución de 1886
expresó el pensamiento de Núñez y de los regeneradores. Según ellos, la
Constitución debía reflejar un equilibrio entre el poder del Estado y las
libertades individuales. En otras palabras, debía imponer la libertad y el
orden como principios para gobernar. Estos solo sería posible dentro de un
estado centralizado con un poder ejecutivo fuerte.
Esta constitución estuvo
sometida a reformas múltiples durante su vigencia para adecuarse a la cambiante
situación del siglo XX, pero las más relevantes fueron las de 1910, 1918, 1921,
1936, 1945, 1958 y 1968. En la primera se redujo el tiempo del presidente de seis a cuatro años, y las
siguientes intentaron definir parámetros para la modernización de los aparatos
del Estado, con la consecuencia de una excesiva fragmentación de su estructura.
El poder presidencial llegó al punto de tener a su cargo, además de los
ministerios, 8 departamentos administrativos; 126 organismos adscritos; 35
organismos vinculados; y 7 superintendencias encargadas de asuntos como fondos,
cajas de previsión, bancos, compañías de financiamiento comercial y de seguros,
almacenes generales de depósito, una línea aérea, una empresa de productos
veterinarios, zonas francas, colegios, universidades o industrias militares: La
reforma de 1968 estuvo orientada al incremento.
El gobierno de Nuñez
restableció el proteccionismo mediante
la imposición de impuestos de aduana a algunos productos de
importación Durante estos años fueron
encarcelados y expulsados del país algunos líderes del liberalismo radical,
entre ellos el ex presidente Sergio
Camargo. Los poderes presidenciales eran lo suficientemente amplios para
decretar este tipo de castigos y estas medidas disgustaron al liberalismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario